El Lujo en la Gastronomía

Todo lo que envuelve a la gastronomía y a la enología, a la alimentación en sentido amplio, es uno de los sectores más potentes de la economía española, entre los que más han contribuido a mantener su salud en los años de dificultades. Además, es uno de los principales agentes de la Marca España y se sitúa entre los ámbitos que, junto al deporte, el arte o la moda, mejor nos representan hoy a escala internacional.

Todos ellos (no solo la cocina sino también el vino, los espirituosos, los cavas y los aceites) han entrado por derecho propio en esta carta de los lujos españoles, de prestigio y presencia crecientes en todo el planeta. Porque la “enogastronomía” es una de nuestras principales embajadoras a escala universal.

El sector de la gastronomía no ha dejado de subir peldaños en el mundo del lujo en el curso de los últimos años. Cada vez son más las personas que optan por adquirir alimentos de gran calidad o por acudir a los mejores restaurantes, a los que tienen una oferta gastronómica diferente por elitista.

Las grandes carnes rojas, determinados pescados y mariscos; el foie, la trufa o el caviar españoles, además del jamón ibérico (verdadera “gloria” de la despensa nacional), de las angulas, del azafrán, de los extraordinarios aceites de oliva Virgen Extra (varios de diseño), y por supuesto, excelentes vinos, cavas o espirituosos son una referencia para esas personas que quieren tener a su alcance directamente lo mejor.

Porque hay una parte de la sociedad (que ha estado un tanto oculta en estos recientes tiempos inciertos) que sabe lo que compra y paga por lo que valora. También y muy especialmente en lo que atañe a la buena mesa.

El lujo está asimismo al alcance de quienes nos visitan en nuestros mercados y en nuestros restaurantes. Porque, como la gastronomía española ha alcanzado reconocimiento universal, gracias a la trayectoria de personajes como Ferran Adrià, Juan Mari Arzak y hoy de los hermanos Roca, muchas personas que recorren España como turistas lo hacen por motivos estrictamente gastronómicos.

Y lujo puede encontrarse incluso en el tapeo, la más singular de nuestras formas de relacionarnos alrededor de la mesa, porque comer de tapas o de “pintxos” es una de las más brillantes expresiones de la cocina de la libertad, de origen español, que hoy triunfa en todo el mundo.

Los grandes vinos nacionales, no solo Vega Sicilia, dan la cara en el extranjero y compiten con las más acreditadas etiquetas francesas e italianas y son un valor seguro en el mundo del lujo, como los aceites de oliva Virgen Extra llaman a la puerta como regalo tan exquisito como “gourmet”. Y en el caso de las chacinas (no solo ese “buque insignia” extraordinario llamado jamón ibérico puro de bellota, nuestro verdadero “caviar Beluga”),  España es también un verdadero paraíso universal.

El jamón ibérico merece un homenaje permanente. Yo soy atrevido y me gusta compararlo con el acueducto de Segovia o la catedral de León, con la obra de Picasso y Goya o con el cine de Buñuel o Almodóvar. El tesoro procedente de la dehesa es, a mi parecer, el perfecto símbolo del lujo nacional, una delicia que se deshace en la boca y que, además, procede del escenario natural más sostenible y que mejor nos representa, la dehesa.

También los quesos de muy diferentes Denominaciones de Origen, como el Cabrales, el Manchego o la Torta del Casar, algunos de muy escasa producción, son otra alternativa del lujo, como una repostería actual desarrollada a partir de la labor de Paco Torreblanca, maestro de la pastelería de influencia universal, cuya obra ahora siguen otros grandes pasteleros como Oriol Balaguer o Alejandro Montes.

Visitar un restaurante como El Celler de Can Roca de Girona (número uno del mundo, según “The 50 Best”) o el madrileño DiverXO constituye una apasionante experiencia que hay que planificar con tiempo. Por eso, es otro verdadero lujo, como lo fue antaño llegar a Roses (Girona) para descubrir la magia de Ferran Adrià y de su equipo en elBulli. En la labor de este cocinero extraordinario, que ha marcado una época en España y en el mundo, está, en buena medida, la clave del éxito universal de la cocina y la alimentación españolas (“la cocina de la libertad”) en los últimos años.

Por eso, desde mi punto de vista, Ferran Adrià es quizá el principal responsable de que la visita a algunos de nuestros restaurantes  sea hoy una de las experiencias más exclusivas que se puede disfrutar en España, tierra de locos y de genios, donde el lujo se sigue exhibiendo en formatos tan atractivos como diferentes.

Rafael Ansón

                                                      Presidente de la Real Academia

                                                                  de Gastronomía

 

Entradas relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *